Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2022

Cuando vino la luz

Cuando vino la luz Estábamos ciegos, sumidos en la oscuridad sin saberlo. Creíamos tener el control de vidas y haciendas, de leyes y ritos, de corazones y cuerpos. Confundíamos realidad con deseos, llamábamos verdad a lo que solo eran sueños Hasta que se hizo la luz, y empezamos a vislumbrar grietas en las paredes, arrugas en el alma, lágrimas en el rostro, flaquezas en la entraña. Hubo quien, entonces, temió que el fulgor desvelase solo miserias, y optó por cerrar los ojos. Pero el que se atrevió a mirar descubrió, más allá de las heridas, una presencia distinta, un amor sin cadenas, a Dios... Dios es el que late en lo hondo y da sentido a las batallas cotidianas. (José María R. Olaizola, sj) rezandovoy

rezandovoy Hijos de la luz

Hijos de la luz Somos hijos de la luz, y aunque no nos demos cuenta, resplandecemos, con un fulgor que Dios nos puso dentro desde el origen del tiempo. A veces el brillo se nos apaga, sepultado por otros destellos, por fuegos de artificio seductores pero vanos, por focos brillantes que apuntan en dirección a las mentiras de turno y a las vidas ficticias; opacado por estrellas fugaces que solo dejan estelas de ausencia y recuerdos. Cuando eso ocurre, parece quedar, tan solo, la oscuridad, el vacío, tu lejanía, la nada. Pero somos los hijos de la luz que se vuelve a colar, por cada grieta, por cada resquicio, para ir iluminando las batallas de dentro y poniendo sentido en las historias de fuera. (José María R. Olaizola, sj)

FE

  Fe Por la fe será distinta la vida. Por la fe, resistirá la esperanza. Por la fe, plantaremos cara a lo ingrato, lo vacío, lo absurdo. Por la fe derribaremos gigantes, devolveremos la vida a los muertos. Por la fe espantaremos a la soledad y al miedo. Por la fe abriremos la puerta al extraño. Por la fe quemaremos las naves para adentrarnos en la tierra nueva donde Tú nos esperas. El justo vivirá por la fe... (José María R. Olaizola, sj)

Encuentros con la Palabra - El campo semántico de la gratitud

  Encuentros con la Palabra Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario – Ciclo C (Lucas 17, 11-19) – 9 de octubre de 2022 “¿Acaso no eran diez los que quedaron limpios de su enfermedad?” Hermann Rodríguez Osorio, S.J.* El día de su ordenación sacerdotal, Antonio José Sarmiento, S.J. hizo una bella oración en el momento de la acción de gracias, después de la comunión. Como esto pasó hace más de treinta y cinco años, no recuerdo los detalles de su plegaria, pero no puedo olvidar que hizo referencia a la multiforme variedad de palabras que componen el campo semántico de la gratitud: Nos habló con gracejo de la gracia de su vocación; dio gracias por tantos bienes recibidos a lo largo de su vida; dijo que se sentía agradecido con Dios, con sus familiares y amigos, y con otras muchas personas que nos habíamos hecho presentes de una manera tan grata para él en este día tan especial; subrayó que se sentía profundamente congratulado y gratificado por la extraordinaria asistencia a la celebración; ...

Esa ribera tuya

  Esa ribera tuya Te presentas en mi vida. siempre llena de otras cosas, de otras prisas, de otros planes. Y así, sigiloso como el agua, te me filtras en un vacío, en un cansancio, en un semisueño, para derramarme tu paz y compañía. ¡Cuánta novedad sentida. en tan pequeño instante! ¡Cuánta luz! ¡cuánto amor! ¡Cuánta alegría regalada! Cómo quisiera plantarme ahí, en esa orilla tuya, con todos mis sentidos. Y recostarme en tu pecho hasta escuchar tus latidos. Para compartirte mis secretos y airear contigo mis sueños. Pero cómo me cuesta creer que alguien así pueda existir para mí. Si todo lo que quiero, y alguna vez he tenido, se me arranca. ¿Quién me asegura que Tú no te vas a ir? ¡No importa! Si así sucede, siempre podré recordar que mi vida es esa ribera que tu agua busca. Y bastará un instantáneo volver sobre mí, para que Ese al que ya no espero vuelva de nuevo a aparecer, porque siempre estuvo allí. (Seve Lázaro, sj)

¿Por qué?

  ¿Por qué? ¿Por qué si tú eres el aliento que me da vida, te siento extraña? ¿Por qué si tú nunca me pierdes de vista, no te encuentro? ¿Por qué si tú solo me ofreces salud, perdón y vida, tomo distancia y me alejo? Hay veces, Señor, que no te entiendo. Hay veces, Señor, que no me entiendo. Pero, no te canses, te lo pido, no te canses y sigue siendo voz clara que grita en mi interior: Levántate, toma tu camilla, anda. En el fondo de mí, tengo la esperanza  de que nos encontraremos en el camino  y me sorprenderé curada. (María Rita Martín) https://rezandovoy.org/index.php

Tu amor y tu gracia

  Tu amor y tu gracia Tu amor y tu gracia me bastan... Lo vengo rezando junto con Ignacio  hace mucho tiempo.  Pero no termino de vivirlo,  no termino de creerlo, no termino de decirlo, por eso, no dejo mi vida en tus manos como si en las mías estuviera más segura. Sigo creyendo que en algún momento me vas a dejar solo y así provoco lo que quiero evitar. No me dejo llevar por Ti, pero Tu me sigues aceptando. Tocás mi corazón desde donde yo te dejo que lo hagas, pero nunca dejo  que me tomes por entero. No te pido que me des  tu amor y tu gracia,  porque a diario  y desde siempre lo haces. Te pido que me enseñes a abrirte mis manos, a abrirte mi corazón, a abrirte mi vida, y con ella, toda mi libertad, toda mi memoria, todo mi entendimiento. Vos me los diste y no me los quitas. Quiero aprender a darte mi vida, a entregarme, como Vos entregás la tuya. Marcos Alemán, sj https://rezandovoy.org

Te amo

  Te amo Así dice el Señor. Cuando eras muy joven, ya te amaba. Desde siempre te llamé. Te enseñé a caminar, te alzaba en brazos, y reía con tus risas, y me entusiasmaba con tus avances. Cuando algo te hería, yo era quien te curaba, aunque ni te dabas cuenta. Intentaba que también tú aprendieses a amarme, y a amar a los otros del mismo modo. Yo quería quitarte el yugo que te oprimía, las losas que te iban aplastando, las cargas inútiles que te ponías en la vida. Quería alimentarte, con mi palabra, con mi historia, con la llamada al encuentro. Pero tantas veces te negaste a escucharme… Tantas veces te alejaste. Tantas veces también tú crucificaste prójimos, sueños, esperanzas y promesas. Tantas veces no hubo hermano ni Dios en tu horizonte. Se me encoge el estómago, se me conmueven las entrañas por eso. Pero no me enfadaré, no te abandonaré ni me rendiré, yo espero de verdad enamorarte. Porque yo soy Dios, y no hombre. Soy espíritu de amor en ti, y no enemigo a la puerta. (Rezandovo...

Coloquio de la soledad

  Coloquio de la soledad Hermana soledad: tú siempre estás conmigo, siempre me has acompañado. Cuando era más joven, te rechazaba; con el paso de los años, cada vez te siento más cerca de mi, hermana y amiga soledad. ¿Por qué será que eres quien más me ha hecho sufrir en la vida, y sin embargo me haces sentir tan celoso de ti? Cuando entro en mi silencio, siento que tú estás ahí, hermana soledad. Cuando atravieso el desierto de la vida, tú andas conmigo, nunca me dejas. Cuando tengo que desandar el camino, tú lo desandas conmigo. Si busco cobijo en una cueva, de noche, tú te cobijas conmigo. Contigo, hermana soledad, siento la brisa suave y la voz del Señor que me dice, como al profeta Elías: ¿Qué haces aquí? De mi silencio, nace una palabra: Señor, es de noche, busco cobijo, te busco a ti (Pep Baquer, sj) Rezandovoy.org 1Re19 [8] Elías se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel alimento caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios. [9]...

La carrera de la vida

  La carrera de la vida No trates a tu vida como una carrera que debe ser ganada. No te enfoques en llegar a la cumbre del montón, pues cada cumbre que alcances te dará una visión más clara de la próxima cumbre, ya ocupada por otro competidor del juego de la vida. Emprende cada carrera como si fuera la última; pero antes decide el por qué la corres. En vez de competir contra mí o contra cualquier otro, ¿por qué no contribuyes con tus energías, en ayudarnos a ser mejores personas, por medio de tu apoyo, amor, ejemplo, o una noble misión?  En vez de tratar de ganar la carrera, ¿por qué no aceptas la misión de contribuir a la raza, la raza humana, haciendo tu rincón del mundo más justo, más amable, y más feliz? Chris Lowney   http://www.espaciosagrado.com