Etapa 5 - 5) Adolescencia 12-18 años - Identidad vs. confusión de rol - Fidelidad - Grupos de amigos; modelos de Iíder

 
Si tratas de recordar cuando te estabas disponiendo para asistir a tu baile de graduación de la preparatoria, probablemente entiendas lo que Erikson quiere decir cuando se refiere a la etapa de identidad. El baile de graduación marca el final de una existencia segura y señala el principio de la realización de que muy pronto voy a tener que abandonar el hogar y vivir yo sólo. Así, en esta etapa, el adolescente (de los 12 a los 18 años) se dispone a emprender la transición de la infancia a la edad adulta. Durante esta transición, el adolescente vacila entre ser muy niño (por ejemplo, ser festivo y bailarín) o muy adulto (poniéndose un smoking o un vestido formal).
Y cuando para la música, el adolescente con frecuencia trata de escapar y de encontrar un espejo, con la esperanza de encontrar una mejor manera para recomponerse. Ya sea frente al espejo o en cualquier otra parte, el adolescente hace el escrutinio de cada nuevo brote de acné y se hace las preguntas de identidad: Quién soy? Qué estoy haciendo aqui? Qué voy a ser? p. 139.

Aunque gran parte de mi crisis de identidad ocurrió porque sin cuestionármelos tomé como míos los valores de los maestros y de las autoridades de la Iglesia, para otro adolescente la crisis puede tomar la forma de salirse de la Iglesia y cuestionar todos los valores de las autoridades. Pensando que todos los demás son "anticuados", algunos adolescentes desechan todos los valores de su familia y no tienen ningún ancla. En esta etapa de "baja tolerancia", los adolescentes se avergüenzan de sus padres y encuentran una manera de rebelarse, como irse de la casa, alejarse de la Iglesia o, incluso, cometer suicidio. p. 141.

Con frecuencia es necesaria una crisis de fe para poder descartar la imagen de Dios que tienen los padres y encontrar la propia. Una crisis de estas a menudo causa serio conflicto entre los padres y los adolescentes, pero puede ser sana porque ahora el adolescente se puede comprometer con un Dios que actúa diferente de sus padres falibles y que ama más de lo que sus padres nunca imaginaron. p. 142.

Por la experiencia que tuve con mi baile de graduación, Erikson podría estar hablándome cuando describe algunas de las crisis que bloquean una identidad sana. "Sera dificil ser tolerante si muy en el fondo no estás muy seguro ... de que volverás a crecer y serás atractivo, de que serás capaz de dominar tus impulsos, de que realmente sabrás quién eres". Como me odiaba a mí mismo, era incapaz de ser "tolerante" y, por lo tanto, no podía escoger una identidad sana. Con una identidad sana, hubiera sido capaz de elegir continuamente (de entre todas las posibilidades que me presentaban mis padres, maestros, autoridades de la Iglesia, etcétera) maneras sanas de vivir que me hubieran ayudado a definir mi personalidad y, ojalá, me hubieran dado significado a mí mismo y a los demás. p. 143.

Lo que hizo Jesús por Cindy al curar su momento de mayor abatimiento también lo quiere hacer con cada uno de nosotros. El quiere que abandonemos cualquier imagen adolescente de Dios, como la de un ser distante que es como un padre crítico o indiferente. Podemos empezar por preguntarnos: "Cuál fue
mi momento de mayor abatimiento durante la adolescencia?" Si no podemos recordar ninguna crisis de la adolescencia, podemos preguntamos: "Cuándo me he sentido más muerto por dentro?" o "Cuándo tengo ahora mi momento de mayor abatimiento ?"
La oración de la hija de Jairo. p. 166.

Cómo sanar las ocho etapas de la vida, Matthew Linn sj, Sheila Fabricant, Dennis Linn, Ed. Patria, Mexico, 2004, p. 137.

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