Etapa 7 - (7) Edad adulta 36-65 años - Generatividad vs. estancamiento - Solicitud - División del trabajo
Esta escena de la vida de Gandhi ilustra lo que Erikson quiere decir por
generatividad y solicitud. La generatividad incluye cuidar de los
demás, más allá de la familia de uno, cuidar de las generaciones futuras
y cuidar del tipo de mundo en que vivirán esas generaciones. Como dice
el Talmud: "En el curso de la vida uno debe hacer tres cosas: tener un
hijo, plantar un árbol y escribir un libro". Aunque una forma común de
generatividad es la de ser padres, otras formas incluyen los papeles de
maestro y mentor, o cualquier otra forma de crear vida y pasársela a
otros. p. 208.
Cuando el cuidado de los demás no está en un sano
equilibrio con el cuidado de uno mismo, podemos caer en cualesquiera de
las siguientes distorsiones del cuidado: 1). Hacer por los demás lo que
ellos pueden hacer por sí mismos; 2). Dar ayuda que los demás no quieren
o necesitan; 3). Dar una ayuda que no queremos dar; 4). La persona que
he ayudado y yo esperamos algo, pero no lo pedimos. p. 213.
Vanier
encontró que las comunidades que crecen poseen ambas partes de la
solicitud generativa: el cuidado de uno mismo y el cuidado de los demás.
Cuidar de uno mismo viene de tener el amor íntimo de por lo menos un
amigo con quien uno pueda compartirlo todo. Así, en cada comunidad,
Vanier coloca a una o más personas maduras, generativas, que puedan
brindar amistad. Pero Vanier también encontró que las comunidades donde
sólo había amigos igual se estancaban. Se dio cuenta de que, además de
un amigo, la comunidad necesita por lo menos una persona difícil que
llame a los otros a crecer en el amor incondicional. Las Escrituras se
enfocan en este tipo de amor, utilizando la palabra ágape, que significa
tener amor incondicional incluso al propio enemigo, 250 veces. Quizá
seas afortunado al tener más de una persona que te llame al amor
incondicional! p. 214.
Dios
tenía un plan para dejarme en libertad de escoger. Una noche iba
manejando cerca de un despeñadero cuando un conductor ebrio comenzó a
bajar de la colina virando hacia mí. Para esquivarlo, di un giro
demasiado pronunciado hacia la orilla del despeñadero. Afortunadamente,
mi defensa trasera se enganchó en un poste solitario y esto hizo que el
coche girara y quedara otra vez sobre la carretera, pero con el frente
en dirección contraria. Sorprendido de poder moverme, salí del coche y
me quedé parado en la carretera. Moví los brazos con gratitud porque se
me había dado la vida otra vez después de haber tenido la certeza de que
terminaría, ya fuera
muerto o paralítico. Estaba agradecido por
todo; hasta la abolladura de 600 dólares que tenía el coche era hermosa
porque me había salvado la vida. Estaba tan agradecido con Dios por
haberme salvado la vida que lo único que quería era ofrecerIe mi vida a
su servicio en la forma como Dios deseara. p. 223.
Dile sí al futuro (plegaria), p. 226.
Cómo sanar las ocho etapas de la vida, Matthew Linn sj, Sheila Fabricant, Dennis Linn, Ed. Patria, Mexico, 2004, p. 205.