Catecismo de la Iglesia Católica, Conferencia Episcopal de Colombia, 1993, No. 1454. Ef 4-6 Progresemos hacia el hombre perfecto 4 1 Yo, «el prisionero de Cristo», les exhorto, pues, a que se muestren dignos de la vocación que han recibido. 2 Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor. 3 Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu: 4 un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a una misma vocación y una misma esperanza. 5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de todo, lo penetra todo y está en todo. 7 Cada uno de nosotros ha recibido su talento y Cristo es quien fijó la medida de sus dones para cada uno. 8 Pues se dijo: Subió a las alturas, llevó cautivos, y dio sus dones a los hombres. 9 Esto de subió, ¿qué significa sino que bajó al mundo inferior? 10 El mismo que bajó, subió después por encima de todos los cielos para llenarlo todo...
Gracias de la Flagelación de Jesús, descended a mi alma y hacedla verdaderamente mortificada. Señor, Dios nuestro, que para redimir el género humano, caído por el engaño del demonio, has asociado los dolores de la Madre a la pasión de tu Hijo; concédenos a quienes meditamos estos misterios que, despojados de la triste herencia del pecado, nos revistamos de la luminosa novedad de Cristo. 1. Después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: ¿eres Tú el Rey de los Judíos?. (Mc. 15, 1-2). 2. Respondió Jesús: mi Reino no es de este mundo. Tú lo dices: Yo soy el Rey. (Jn. 18, 36). 3. Para esto he nacido Yo y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la Verdad. (Jn. 18, 37). 4. Pilato dijo a los Sumos Sacerdotes y a la gente: ningún delito encuentro en este hombre. Así que le castigaré y le soltaré. (Lc. 23; 4, 16). 5. Tomó entonces Pilato a Jesús y lo mandó azotar. (Jn. 19, 1). 6. Tras arresto y juicio fue arrebatado. Y de su causa, ¿quién s...
"Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares (más luches), más mostrarás el amor que tienes a tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener fin." Santa Teresa de Jesús, Exclamaciones del alma a Dios. Texto Citado en el número 1821 del Catecismo de la Iglesia Católica, Conferencia Episcopal de Colombia, 1993.