«Te hago luz de las naciones» Is 49, 1-6

 Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas».
...
Y ahora habla el Señor: «Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».
Tomado de Is 49, 1-6.


Is 49, 1-6
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso». Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel –tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: «Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».


Rezandovoy día de san Juan Bautista (audio 6242020)


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