Solo ** bueno puede ser lo que Tu hicieres por Tus amigos
Es verdad Señor, todo lo que dices. Tu tienes mayor solicitud y preocupación por mi, que todo el cuidado que yo pueda tener por lo que deseo y necesito. Demasiado inseguro y expuesto al peligro de caer se haya quien no pone en Ti toda su confianza.
“Dichoso quien pone toda su confianza en el Señor. Pobre de aquel que cifra su confianza sólo en ideas y ayudas humanas” (Jr 17, 5).
Con tal que mi voluntad permanezca firme en el bien y dirigida hacia tu amor y amistad, haz de mí, y de mis bienes y de mi futuro lo que quieras, Señor. Porque solo bueno puede ser lo que tu hicieres por tus amigos. “Pues sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman” (Rm 8, 28).
Si quieres que esté en tinieblas, bendito seas, y si quieres que esté en la luz, seas igualmente bendito. Si te dignas llenarme de consuelos, bendito seas. Y si quieres permitirme sufrimiento y tribulación, serás también bendito para siempre.
De Kempis, Tomas, La imitación de Cristo, 3,160a ed., Apostolado Bíblico Católico, p. 222.