B-La fuerza ** de Cristo
B-La fuerza ** de Cristo
2 Co 12, 7-10
7 Y precisamente para que no me pusiera orgulloso después de tan extraordinarias revelaciones, me fue clavado en la carne un aguijón, verdadero delegado de Satanás, cuyas bofetadas me guardan de todo orgullo. 8 Tres veces rogué al Señor que lo alejara de mí, pero me dijo: «Te basta mi gracia, mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad».
9 Con mucho gusto, pues, me preciaré de mis debilidades, para que me cubra la fuerza de Cristo. 10 Por eso acepto con gusto lo que me toca sufrir por Cristo: enfermedades, humillaciones, necesidades, persecuciones y angustias. Pues si me siento débil, entonces es cuando soy fuerte.
La gracia de Dios
Ef 2, 8-10
8 Ustedes han sido salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no vino de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 tampoco lo merecieron por sus obras, de manera que nadie tiene por qué sentirse orgulloso. 10 Lo que somos es obra de Dios: hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas.
P. 81, Otón, Josep, Debir, el santuario interior, Santander, Sal Terrae, 2002.