El mundo considera bueno lo que es malo y viceversa

En efecto, el mundo considera bueno lo que es malo y viceversa: tiene como principio de acción el egoísmo y no el amor, la posesión y no el don, la competición y no la solidaridad, la acumulación y no la actitud de compartir, la violencia y no la mansedumbre, la arrogancia y no la sencillez, el orgullo y no la humildad, la rabia y no la compasión. Hoy podemos añadir, como punto extremo que permite delirio posible: la imagen y no la realidad. El resultado es la idolatría (=culto de la imagen, del ídolo), que nos hace inconsistentes y muertos, como las imágenes que adoramos. “Todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida, no viene del Padre sino del mundo (1Jn 2, 16). San Ignacio de Loyola, en los Ejercicios Espirituales, estigmatiza la estrategia de Satanás como avidez de riqueza, cuya acumulación lleva a la vanagloria y a la soberbia, que son el principio de todos los males. En cambio, la estrategia del Reino consiste en llevar a los hombres a apreciar la pobreza y el desprecio que ella implica, para llegar a la humildad, que es el principio de todos los bienes.

Fausti, Silvano, Una comunidad lee el Evangelio de Juan, San Pablo, Bogotá, 2008, p. 429.

Entradas más populares de este blog

B-El sendero (Biblia) de la vida recta

12. La flagelación de Cristo

Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora