El principio del diálogo entre Dios y el hombre
"Yo-Soy" es el Nombre, con el que Dios se revela como un “Yo” que habla y se comunica. Cuando el padre o la madre le dicen al hijo “soy yo” no están haciendo una afirmación impertinente, sino que expresan una presencia que ofrece seguridad, que funda el yo del hijo y le enseña a decir “tu”. La revelación del Nombre como Yo soy marca el principio del diálogo entre Dios y el hombre, en una historia común, rica en aventuras y sorpresas, con sus interrupciones y reencuentros.
Fausti, Silvano, Una comunidad lee el Evangelio de Juan, San Pablo, Bogotá, 2008, p. 238.