El hinduismo - El placer es demasiado trivial
Esto es lo que dice la India, mientras espera. Espera el momento -que le llegará a todos, aunque no a todos en la vida presente, en que uno se de cuenta de que el placer no es todo lo que uno desea. La razón por la cual todos llegan a descubrir esto no se debe a que el placer sea malo, sino a que es demasiado trivial como para satisfacer toda la naturaleza del ser. El placer es esencialmente privado, y el ser es un objeto demasiado pequeño para producir un entusiasmo perpetuo. Soren Kierkegaard probó durante un tiempo lo que llamó la vida estética, con el placer como principio, pero sólo consiguió experimentar su fracaso total, que describió en La enfermedad mortal. En su Diario dice al respecto: «En el inagotable océano del placer he tratado en vano de encontrar un lugar donde echar anclas. He sentido el poder casi irresistible con que un placer conduce a otro, la clase de entusiasmo adulterado que es capaz de producir, el aburrimiento, el tormento que le suceden». Hasta de algunos playboys -a quienes no suele atribuírseles profundidad, se dice que han concluido, como expresó uno hace poco, que «he llegado a ver como oropel lo que ayer era un encanto», Tarde o temprano todos quieren experimentar algo más que una miríada de placeres momentáneos, por deleitosos que éstos sean.
Smith, Huston, LAS RELIGIONES DEL MUNDO, Editorial Kairós, Barcelona, 2011, p. 28.