Libre para ser un peregrino
“Vivir o no en Lima durante cinco, diez o veinte años no era objeto de una decisión trascendental; volverse hacia el Señor por completo, incondicionalmente y sin miedo, sí lo es. Él me recuerda que no tengo una morada permanente en la tierra, que soy un caminante que se dirige al lugar sagrado en que Dios me sostendrá en la palma de su mano. Esta profunda conciencia me hace libre para ser un peregrino, para orar sin cesar y para estar agradecido.”
Pasaje de: Henri J.M. Nouwen. “El discernimiento.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.
Es posible que este material esté protegido por copyright.