Nuestras acciones deben ser testimonio de nuestra unión con El

En realidad, todos cuanto hemos sido bautizados en Cristo y nos hemos «vestido de Cristo» como nueva identidad, estamos obligados a ser santos como Él es santo. Estamos obligados a vivir una vida digna, y nuestras acciones deben ser testimonio de nuestra unión con El. El deberá manifestar su presencia en nosotros y a través de nosotros. 


Merton, Thomas, Vida y santidad, Santander, Sal Terrae, 2006, p. 26.

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