Disculpamos los errores de los propios

 “Asentados en nuestros prejuicios, disculpamos los errores de los propios y demonizamos las acciones de los demás. Asociamos nuestros límites culturales a los dominios del bien y relegamos al exterior el origen del mal. Esta es la mentalidad que imperaba entre los judíos coetáneos de Jesús; pero también entre sus discípulos. Tampoco es ajena a nuestra época, y la aplicamos a nuestra familia, comunidad, profesión, grupo social o afinidad ideológica.”


Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks. 

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