El amor universal, sin fronteras

 “De ahí la irónica invitación de Jesús, dirigida a los que se creían libres de pecado, a arrojar la primera piedra contra una mujer señalada públicamente como pecadora (Jn 8,7).

Entonces ¿cómo actuar correctamente para vencer el Mal? Jesús nos muestra el camino: imitar al Padre celestial, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). El amor universal, sin fronteras, que se alza por encima de cualquier barrera, es el mejor antídoto contra el Mal que anida en lo profundo del corazón humano, porque desarticula los mecanismos del egoísmo en uno mismo y en los demás. He ahí la clave del cristianismo.”


Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks. 

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