El desafío de la llamada de Jesús

 “A veces estamos tan llenos de preguntas, de respuestas, de proyectos, de prejuicios o de buenas intenciones que, al escuchar las palabras de Jesús, estas apenas encuentran espacio disponible en nuestro interior.

Betania es la casa del que reconoce ser pobre, del que se siente desposeído de sus seguridades, para poder escuchar una Palabra que interpela y desconcierta. Nuestra actitud natural es escudarnos en nuestras convicciones y esquivar el desafío de la llamada de Jesús.

Ahí donde somos fuertes, experimentamos la ilusión de no necesitar a Dios. Cuando Adán y Eva gozaban del Paraíso, creyeron poder prescindir del Creador.

Nos resistimos a reconocer nuestra pobreza, porque pone en evidencia que dependemos totalmente de Dios. Y una rebelión innata nos previene ante este hecho. Los Evangelios presentan a los fariseos como las víctimas de un engaño. No reconocen en Jesús al Hijo de Dios venido para salvar al mundo, porque ellos creen que no necesitan ser salvados. Se sienten fuertes en sus ideas.”


Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks. 

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