Experimentar la fuerza de Dios en nuestra flaqueza
“Louf cita frecuentemente las palabras de san Pablo: «Te basta mi gracia. Porque mi fuerza se manifiesta principalmente en la debilidad» (2 Cor 12, 9). Lo paradójico en la vida espiritual consiste en la posibilidad de experimentar la fuerza de Dios en nuestra flaqueza. En nuestra ascética tenemos a veces el sentimiento y autoconvicción de poder seguir solos adelante en la conquista de las virtudes. Llega el fracaso y entonces nos damos cuenta de la inutilidad de nuestros esfuerzos y de la absoluta necesidad de la gracia de Dios. La gracia se instala en nuestra flaqueza y se trasforma allí en fuerza del Espíritu.
El Espíritu sólo puede trasformarnos cuando le dejamos abrir brechas y penetrar por ellas. Antes tiene que derribar murallas, fortalezas y castillos.
La gracia no es una especie de cobertor que se extiende y lo tapa todo.
La gracia llega más al fondo que nuestro propio subconsciente, es lo más profundo en nuestro castillo interior y necesita desarrollarse a través de la psique y del cuerpo. Normalmente turbará toda la psique, la desarticulará y la ensamblará de nuevo, la herirá y la curará, la llevará por rectas y por curvas[28].”
Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibre, 1994-01-01. iBooks.
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“[28] André LOUF: Demut und Gehorsam bei der Einführung ins Mönchsleben. Münsterschwarzach, 1979, p. 46. Cfr El Espíritu ora en nosotros. Narcea, Madrid, 2. ed. 2000.<<”