La vida de la fe suele oscilar

 “Aunque Betania sea la casa del pobre, también es un lugar de poder. La pobreza humana es el contrapunto de la grandeza de Dios. En Betania se muestran las dos caras de una misma moneda: es el escenario donde se produce la resurrección de Lázaro. ¿Qué mayor pobreza que la muerte? ¿Qué mayor poder que resucitar un muerto?

La vida de la fe suele oscilar entre un triunfalismo ingenuo y un pesimismo estéril. Son dos tentaciones que nos alejan de Dios. El Evangelio evita ambos extremos. Ni elude la debilidad humana ni se regodea en la ostentación o en la prepotencia.”


Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks. 

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