Al volver vuelven cantando

Has sembrado para ti la justicia, si mediante el verdadero conocimiento de ti mismo cultivas el temor de Dios, te humillas, te deshaces en llanto, prodigas las limosnas, te entregas a las demás obras de piedad, afliges tu cuerpo con ayunos y vigilias, golpeas tu cuerpo y persistes ante el cielo con tu clamor: todo esto equivale a sembrar segun justicia. Las semillas son las buenas obras, las lágrimas, los rectos afanes. Al ir, dice, iban llorando llevando la semilla. ¿Y estarán siempre llorando? De ningun modo. Al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas (Salmo 122,1).



San Bernardo, En la escuela del amor, Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1999, p. 143.

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