El laico tiene que ser alguien que ama su misión en el mundo
El laico tiene que ser alguien que ama su misión en el mundo: la de hacer presente la eternidad en el tiempo.
Es alguien que cree que Dios le ha confiado el mundo y sus hermanos para conducirlos a la salvación eterna.
Es alguien que sabe con certeza que sólo Dios puede dar la salvación. Pero que pide la colaboración del hombre en esta tarea.
El laico es quien sabe esperar, garantiza la esperanza y comunica esperanza a los demás.
¡Espera en Dios!, Breves reflexiones del Cardenal Van Thuan, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2009, p. 43.