La primera escuela es la familia cristiana
El primer seminario, el primer noviciado, la primera escuela es la familia cristiana. Ningún educador, por dotado y experto que sea, puede sustituir a los padres.
Si este fundamento vacila, también el futuro de la Iglesia y de la sociedad humana será incierto e irá a la ruina.
Al cumplir cincuenta años el Papa Juan XXIII le escribió una carta a sus padres en la cual les decía: “Queridos mamá y papá, hoy he llegado a los cincuenta años. Dios, por su infinita bondad, me ha confiado muchos cargos en la Iglesia, he estado en muchos lugares, he estudiado mucho, pero ninguna escuela me ha dado una enseñanza tan grande o me ha hecho tanto bien como la que recibí cuando me sentaban en sus rodillas.”
¡Espera en Dios!, Breves reflexiones del Cardenal Van Thuan, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2009, p. 45.