La perseverancia en la oración
El mejor de nuestros actos, la más alta de nuestras obras, es la perseverancia en la oración. Por ella podemos adquirir cada día todas las virtudes pidiéndolas a Dios. Ella proporciona a aquellos que son considerados dignos la .comunión con la bondad divina, con la operación del Espíritu, la amorosa e inexpresable unión espiritual con el Señor. Aquel que cada día se esfuerza, perseverando en la oración, es consumido por el deseo divino del amor espiritual; inflamado de la ardiente languidez por Dios, recibe la gracia espiritual de la perfección santificante (Hom. 40: PG 34, 764b).
Pseudo Macario el Grande, citado en La Filocalia de la oración de Jesús, 7a. ed., Salamanca, Ediciones Sígueme, 2004, p. 58.