Una globalización guiada por la ley del amor
El mundo tiende a la unidad. Lo subrayan muchos signos… El mundo de hoy, en efecto, en sus estructuras políticas, económicas y sociales, aparece vinculado por una interdependencia orgánica y profunda. Desgraciadamente, muchas veces esta tensión hacia la unidad, que hoy sale a escena vestida de globalización, está guiada únicamente por intereses gigantescos. Y mientras por un lado se tejen grandiosos diseños de conjunto, por el otro millones y millones de personas se ven excluidas. Es como si de la humanidad y de las mismas Iglesias de hoy se elevara una petición, un grito que invoca una globalización de otro tipo, guiado no por la lógica del beneficio, sino por la ley del amor. Es ciertamente el Espíritu Santo el que ha puesto en el corazón de los hombres y mujeres de hoy este anhelo, y es él quien impulsa a la Iglesia a hacerse comunión, de modo que sepa responder a esta ansia de humanidad. ¡Espera en Dios!, Breves reflexiones del Cardenal Van Thuan, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2009, ...