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Mostrando las entradas de agosto, 2023

Dios cercano

 “El Dios del que se habla en los textos bíblicos es un Dios cercano, que habla, que interviene en los acontecimientos... Pero los hombres no siempre perciben esta proximidad, ni entienden su mensaje, ni se dan cuenta de su acción.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La elipsis

 “La elipsis es una figura retórica que consiste en la omisión de algún elemento gramatical de una frase sin alterar su significado. Cuando leemos: «El sol preside el día, y la luna la noche», el verbo ha sido suprimido en la segunda parte de la frase. Sin embargo, su ausencia no impide la comprensión del sentido del texto. Por eso sobreentendemos que «la luna preside la noche». En algunos casos, se trata de un recurso estilístico que evita la repetición fastidiosa de determinadas palabras. Aligera el texto, cuya lectura se vuelve más fluida sin vulnerar su coherencia. Ahora bien, la fuerza de la elipsis radica en su capacidad para sumergirnos en el dominio de lo implícito. Consigue despertar nuestro interés al reclamar nuestra complicidad en la construcción del significado de la fórmula sintáctica.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El apóstol que defendió con la espada a Jesús

 “Dios nos invita a consolar a su pueblo. Desde nuestra prepotencia querríamos salvarlo, rescatarlo, liberarlo de golpe de todos sus males. Como el apóstol que defendió con la espada a Jesús, en vez de estar a su lado consolándolo (Mc 14,47), nos gustaría resolver los problemas con nuestro ingenio y valentía. Hemos hecho de la eficacia un ídolo. Buscamos el protagonismo sintiéndonos necesarios. Soñamos con ser héroes.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Si la realidad fuera perfecta

 “Si la realidad fuera perfecta, no necesitaríamos rebasar sus fronteras. Si el mundo carece de sentido, parece razonable creer en una lógica, un Logos, que escapa a los límites de la historia. Porque la vida no es justa, anhelamos un Dios justo. Las contradicciones de la existencia nos indican que se trata de una obra inacabada. El argumento de la creación no culmina con el final de la vida. La muerte no nos deja a medias en nuestros proyectos. Quedan demasiados cabos sueltos. Aunque la fe no resuelva todos nuestros interrogantes, sí nos permite confiar en que estamos a salvo de las embestidas de la sinrazón. Nos invita a alzar la mirada por encima de los contratiempos para captar un sentido que trasciende nuestra finitud.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Consuelo

 “«Consuelo» es una de las palabras clave para entender el mensaje bíblico, porque nos revela el auténtico rostro de Dios. Así, en el profeta Isaías podemos leer: «Consolad, consolad a mi pueblo –dice vuestro Dios» (Is 40,1). El consuelo es, por una parte, una prerrogativa de Dios; pero, por otra, una acción en la que podemos participar los seres humanos. Consolar significa calmar, aliviar, apaciguar. Es decir, en caso de que se produzca un mal, un dolor o una desgracia, el consuelo hace más llevadero el sufrimiento sin llegar a eliminarlo, aplaca la virulencia de la pena, serena el ánimo de la víctima, transforma la angustia en paz. Si bien el consuelo no consigue frenar la embestida de las adversidades, sí aligera sus efectos. No impide que seamos fustigados por los reveses de la vida, pero detiene el avance de la congoja que nos sume en la desesperación.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material ...

Parece razonable creer

 “Si la realidad fuera perfecta, no necesitaríamos rebasar sus fronteras. Si el mundo carece de sentido, parece razonable creer en una lógica, un Logos, que escapa a los límites de la historia. Porque la vida no es justa, anhelamos un Dios justo.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Alzar la mirada

 “Aunque la fe no resuelva todos nuestros interrogantes, sí nos permite confiar en que estamos a salvo de las embestidas de la sinrazón. Nos invita a alzar la mirada por encima de los contratiempos para captar un sentido que trasciende nuestra finitud.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Dones de Dios

 “La fe, la esperanza y la caridad son tres dones que Dios nos concede para que surquemos con éxito las aguas de la existencia en dirección al horizonte de la Eternidad.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La caridad dota la espiritualidad de vida

 “La caridad son las velas. Sin el impulso del viento la nave no avanza; del mismo modo, sin la caridad la vida de la gracia quedaría paralizada. No sería vida, sino una teoría, una filosofía, una forma de pensamiento, una ideología. La caridad dinamiza la espiritualidad, la dota de vida.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La fe, la esperanza y la caridad

 “La vida en el Espíritu es misteriosa. Dios es, en esencia, Misterio. Y el ser humano también participa de esta dimensión, que excede a su entendimiento. La tradición nos ha enseñado cómo la relación entre Dios y el hombre se concreta a través de tres virtudes –la fe, la esperanza y la caridad– que, si bien son autónomas y operan de manera diferente, cooperan entre sí para propiciar el encuentro de la criatura con el Creador. Si comparamos la experiencia espiritual con el funcionamiento de un barco, la fe sería la quilla; la esperanza, el timón; y la caridad, las velas.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Signo de la presencia de la Eternidad

 “Desde la fe, la experiencia cotidiana es acogida como un significante que nos remite a un significado divino. Todo es metáfora, parábola, mensaje, signo de la presencia de la Eternidad encarnada en medio de lo transitorio.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La auténtica fe supera la dualidad

 “La realidad es polisémica, y la fe muestra su significado sagrado al vincularla a una Realidad última. La auténtica fe supera la dualidad de mundos: el natural y el sobrenatural, el material y el espiritual. Se aleja de una inmanencia opaca a la sacralidad, pero también de una trascendencia desarraigada de la vida.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La Fe indica el camino

 “Frente a la miopía, la fe nos sitúa en otra escala. Nos proporciona una perspectiva general del mundo, de los demás y de nosotros mismos. Aporta un punto de vista de conjunto que reordena los acontecimientos, otorgándoles un significado en el mosaico global y, a la vez, relativizándolos. Impregna de sentido detalles aparentemente insignificantes y nos ayuda a escapar de la tentación de absolutizar aspectos parciales. La fe nos permite captar la inmensidad del mundo, explorar los horizontes de la realidad para encontrar en los límites de la existencia los vestigios que revelan su sentido. No da certeza, pero orienta la búsqueda de significados sólidos. Indica el camino.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La fe es una manera de mirar la realidad

 “La fe es una manera de mirar la realidad. No nos indica qué tenemos que ver. No aporta contenidos a nuestra visión. No suple nuestra capacidad de observar el mundo, sino que nos enseña a mirarlo de una manera especial. Nos enseña a reconocer su dignidad. A admirarlo por su grandeza y magnificencia. A valorarlo como obra del Creador. A estar atentos a las necesidades de los demás, que, de otro modo, nos pasarían desapercibidas. A contemplarlo sabiendo que este deseo de ver nunca puede colmarse por completo.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Ese misterioso dinamismo que nos hace desconfiar del Creador

 “Por eso los relatos evangélicos ponen énfasis en mostrar que el Resucitado es Jesús de Nazaret, con el mismo cuerpo. No se trata de otra persona. Es el Maestro que habían conocido. Evidentemente, seremos transformados (1 Co 15,52), seremos transfigurados, aunque sin dejar de ser nosotros. Dios no rechaza nuestro cuerpo ni la materia en general: son su obra, que espera un nuevo nacimiento (Rm 8,22). Dios ama nuestra individualidad y nuestra condición material. El problema no es el cuerpo ni la materia, sino ese misterioso dinamismo que nos hace desconfiar del Creador. Una especie de enfermedad autoinmune. Nos aleja de la fuente, y morimos de sed. El misterio de la Asunción de María es un mensaje de esperanza que nos anuncia cómo el amor de Dios vence cualquier barrera que nos pueda separar de Él, incluso la muerte.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Venció en Ella el poder del pecado original

 “La Iglesia proclama que María ha sido redimida anticipadamente por los méritos de su Hijo. Por eso cree en su Inmaculada Concepción; es decir, que Cristo ya venció en ella el poder del pecado original. Por tanto, sin pecado, la muerte no tiene poder alguno. Y este dogma de fe, que es verdad en la vida de María, es una profecía de la voluntad de Dios para cada ser humano. Vencido el pecado, ni la vida ni la muerte nos pueden separar de Dios.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Muerte y pecado son las dos caras de una misma moneda

 “Cristo ha sido el primero en resucitar; después le corresponderá a los suyos (1Co 15,23). ¿Y quién más suya que su madre? La voluntad del Padre es que aquello que ha vivido el Hijo lo vivan el resto de los hijos. Si la Iglesia proclama que María ha vivido las primicias de esta bendición, es porque se trata de un anticipo de lo que experimentará el resto de la estirpe de Adán. Por otra parte, vencer a la muerte es la expresión de la victoria sobre el pecado, ese dinamismo que subyace a la existencia y bloquea la relación con Dios, la fuente de la Vida. Muerte y pecado son las dos caras de una misma moneda. La comunión con Dios, la liberación del pecado y el triunfo sobre la muerte son aspectos diferentes de una misma realidad.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Presencia viva de Dios

 “Entonces el ser humano se convierte en sarmiento de la Vid verdadera que da fruto abundante (Jn 15,1). Es presencia viva de Dios, palabra encarnada, portador de la gracia, signo visible del Dios invisible, irrupción del Eterno en medio de la historia. Jesús se manifiesta a los apóstoles y no al mundo, porque quiere que a través de sus discípulos el mundo crea. Como le han conocido, le dan a conocer.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La disponibilidad de una vida que acepte ser Su morada

 “Aun así, volvamos a leer la explicación de Jesús para captar un significado todavía más profundo: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él» (Jn 14,23). Podemos considerar la situación de los apóstoles como un privilegio: ser morada de Dios, templo del Espíritu (1Co 3,16)... Sin embargo, nos equivocamos al interpretar como prerrogativa lo que en realidad es una misión. «Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros» (Jn 1,14). El deseo de Dios es acercarse a todo ser humano, y para ello se encarna. Necesita un espacio donde plantar su tienda, la disponibilidad de una vida que acepte ser su morada. Así lo hizo María, que fue la madre de Jesús para el bien de todos nosotros. Así sucede también con los apóstoles. En ellos se cumplen las palabras de Pablo: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2,20). Jesús se les manifiesta, ellos guardan su palabra, y el Padre y Él hacen de su vida su morada, para que ...

Palabras de aliento y de consuelo que edifican el Reino

 “Entonces, pensando que estamos haciendo un bien, nos ponemos al servicio del Acusador, cuyo objetivo es eclipsar la gloria del Creador poniendo de manifiesto las equivocaciones de las criaturas. Pero también podemos ser instrumentos del Paráclito, que, sin negar la gravedad del mal, muestra la grandeza del bien manifestada en el amor de Dios por cada una de sus criaturas. Mientras que la acusación produce desánimo y pesimismo, la acción del Paráclito trae palabras de aliento y de consuelo que edifican el Reino. Por eso, Jesús, el Siervo de Yahveh que trae la justicia, anuncia a los pobres una Buena Nueva, proclama la libertad a los cautivos y da la libertad a los oprimidos (Lc 4,18).” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

En vano se afana el albañil

 “La productividad es fruto del trabajo; la fecundidad, del amor. Tal vez el salmista se refiere a esta confusión entre productividad y fecundidad cuando afirma: «Si el Señor no construye la casa, en vano se afana el albañil» (Sl 127,1).” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El Espíritu es el Amor entre el Padre y el Hijo

 “La vida del Espíritu requiere la aquiescencia de nuestra libertad, porque el Espíritu es el Amor entre el Padre y el Hijo, y el amor no se impone, tal como le sucedió al buen samaritano, a quien nadie obligó a cuidar del necesitado que encontró en el camino, sino que actuó de manera espontánea.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Camino abierto en busca del Absoluto

 “Con el Espíritu Santo, el Evangelio no es un relato fabuloso ni un recuerdo que genera nostalgia, sino un camino abierto por el que podemos transitar en busca del Absoluto.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El Espíritu Santo

 “Con el Espíritu Santo, la teología no es un ideario desfasado ni una elucubración sin fundamento, sino la explicación razonada y razonable de una vivencia inefable que, aun desbordando nuestros esquemas mentales, genera pensamiento, produce ideas, abre nuevos horizontes.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La vida en el Espíritu

 “El Espíritu Santo transforma nuestro corazón iluminando los acontecimientos de nuestra vida para que los interpretemos desde la sabiduría acumulada en las Escrituras. Nos recuerda lo que hemos vivido y hace que nos demos cuenta de su significado. Entendemos que nuestra existencia forma parte de la historia de la salvación. Tomar conciencia de ello nos da la fuerza necesaria para afrontar la vida de una manera diferente. En esto consiste la vida en el Espíritu.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Dios se revela como en una brisa suave

 “Esta aparente ignorancia encierra una enseñanza muy profunda. Vivimos cosas que no entendemos. Dios se manifiesta, pero hace falta tiempo para asimilar la revelación. Es necesario que la vivencia se transforme en experiencia. No se trata de sentir, de vivir sensaciones fuertes o de participar en acontecimientos decisivos. Dios se revela como en una brisa suave (1R 19,12). Puede pasar desapercibido. Tenemos que estar atentos. Es como una semilla: hay que esperar a que arraigue en nuestro corazón y dé fruto.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Profunda transformación generada por esta unión

 “Según la filósofa Simone Weil, cuando una joven se casa, los amigos no pueden entrar en la intimidad de la alcoba nupcial; pero cuando queda embarazada, resulta evidente que se ha producido la unión conyugal. Análogamente, no es posible constatar cuáles son las relaciones entre el ser humano y Dios, a no ser por la profunda transformación generada por esta unión.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Intento fallido del Creador

 “¿Por qué razón sigue comiendo una vez que ha resucitado? Los textos lo dicen explícitamente: para que los discípulos no pensaran que era un fantasma. Por ese mismo motivo les muestra sus llagas y les invita a tocarlas (Lc 24,39 y Jn 20,27). El Resucitado era el mismo Jesús de Nazaret que habían conocido. Aquí está uno de los grandes misterios de la Resurrección. Jesús no ha abandonado su cuerpo ni sobrevive en una existencia puramente espiritual. La Resurrección asume el cuerpo, no lo desprecia. Y con el cuerpo asume la materia, el barro del Génesis, la historia humana, incluso el pecado. La Resurrección no rechaza la creación como si se tratara de un intento fallido del Creador. Parte de lo creado para, como desde un trampolín, lanzarse a la Eternidad. La Resurrección no anula lo anterior: los fracasos, las debilidades, los errores, las traiciones, las negaciones..., sino que lo reescribe dentro de una nueva historia de salvación.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palab...

La Resurrección de Cristo es algo nuevo

 “Además, hay que tener en cuenta que las palabras existen porque alguien ha vivido antes que nosotros una experiencia y le ha puesto nombre. Pero la Resurrección de Cristo es algo nuevo, que no cabía en las categorías religiosas y filosóficas del momento. ¿Qué palabras utilizar? Hay un aspecto muy paradójico: Jesús resucitado quiere comer. En el relato de Lucas les pregunta: «¿Tenéis aquí algo de comer?» (Lc 24,41). En el Evangelio de Juan les invita a compartir la comida con Él: «Venid y comed» (Jn 21, 12). Se queda a cenar con los discípulos de Emaús (Lc 24,30). ¿Por qué, en una situación tan trascendental, a Jesús no se le ocurre otra cosa que ponerse a comer? ¿No era el momento de aclarar lo que había sucedido? Podía aprovechar para fijar lo esencial de su mensaje, desvelar qué es lo que se esconde tras la muerte, organizar el futuro de la comunidad... Seguramente, a nosotros nos habría gustado que dijera algo. Ahora bien, tal vez lo dijo, pero no con palabras, tal como le gus...

La fe significa confiar en ese Dios que guía nuestra vida

 “Y la aurora de la Resurrección tampoco trae la luz necesaria para despejar todas las dudas. Hace falta un proceso interior. Una conversión del corazón. Superar prejuicios y suspicacias. Aceptar que no tenemos el control de la historia. Dios nos sorprende, desbarata nuestros planes y nos conduce por caminos inesperados. La fe significa confiar en ese Dios que guía nuestra vida, aunque no siempre seamos plenamente conscientes de ello.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La desembocadura del río de las malas noticias

 “Si Cristo descendió a los infiernos y regresó, hay esperanza. No descendió en vano a los abismos. No fue a reñir y reprochar sus faltas a los que allí estaban encarcelados. Fue al infierno, la desembocadura del río de las malas noticias, a predicar la Buena Nueva. Él mismo es la buena noticia. Su presencia es la buena noticia.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Cristo mismo desciende a nuestros infiernos y nos visita

 “A veces, cuando las aguas de la existencia se agitan, y nos sorprende la tempestad, Cristo mismo desciende a nuestros infiernos y nos visita. Entonces, aunque las condiciones externas no cambien, nuestro infierno se convierte en cielo, porque el cielo es la presencia de Dios.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Buscamos lo que ya tenemos

 “Pero Jesús no responde a Pilato, porque sobran las palabras. Su silencio es elocuente. Buscamos sin encontrar, porque desperdiciamos energías haciendo pesquisas innecesarias. Buscamos lo que ya tenemos. Queremos conseguir lo que ya se nos ha dado. El gobernador romano tenía ante sí a la Verdad, pero era incapaz de percibirla. Ni todas las palabras del mundo le habrían bastado.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Necesitamos profetas

 “Necesitamos profetas que nos ayuden a leer los signos de los tiempos, a interpretar los acontecimientos de nuestra vida, a reconocer el paso de Dios por nuestra historia.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Compartir la Experiencia

 “Sin compañeros es difícil la experiencia de Dios. El Resucitado se aparece en medio de la comunidad. Aquellos que tienen experiencias por separado necesitan la confirmación de los compañeros para entender qué les ha sucedido. Sin compartir su experiencia, los discípulos de Emaús no habrían caído en la cuenta de lo que les había pasado. Sin Ananías, Saulo permanecería ciego a pesar de haber sido visitado por el Resucitado camino de Damasco. La conciencia de la experiencia se fragua en el intercambio con los compañeros. La presencia de otro nos ayuda a captar la Presencia del Otro.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La Eucaristía es el maná

 “El pan es alimento. Nos ayuda a crecer. Dios nos sigue alimentando, porque todavía no ha acabado su Creación. La Eucaristía es el maná en nuestra peregrinación a una Tierra Prometida. Nos anuncia que todavía queda un largo trecho por recorrer. Pero no haremos solos este viaje: Dios nos acompaña y es nuestro sustento.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Desapego, más que no tener, es saber que todo lo que tenemos pertenece al Creador

“Prescindir de los bienes que podemos obtener a través de nuestros propios medios implica aprender a acoger cuanto nos viene de Dios. Y, por esta vía, llegamos a entender que todo procede de nuestro Padre. Entonces el desapego no consiste tanto en no tener cuanto en saber que todo lo que tenemos pertenece al Creador.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Renunciar al deseo de poseer

 “Con frecuencia, acumular riquezas que nos dan seguridad nos distrae de Dios. No tenerlas y ambicionarlas, también. Es necesario silenciar los apetitos, ayunar de proyectos, aquietar las ilusiones, acallar los pensamientos, renunciar al deseo de poseer para atisbar a un Dios que se revela con suavidad, sin violentar a su criatura.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Tentación de esquivar la cercanía de los pobres

 “Solemos tener la tentación de esquivar la cercanía de los pobres, porque nos recuerdan que nosotros también lo somos. El orgullo se niega a reconocer nuestra precariedad, rechaza nuestra condición de seres frágiles e indigentes. Rehuimos los aspectos de la vida que nos hacen vulnerables, porque nos resistimos a estar totalmente en manos del Creador.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Y Dios está presente en cada instante de la vida

 “Y Dios está presente en cada instante de la vida. Lo que se nos pide es que seamos capaces de captarlo. Dios se nos acerca a través de las personas que nos rodean. Nos habla de las maneras más insospechadas. Nos indica nuestra misión por medio del dolor ajeno. Nos abraza si somos capaces de percibir su sutil cercanía en medio de su aparente ausencia. Pero descubrir la Presencia de Dios hoy no nos hace olvidar el pasado ni descuidar el futuro. Más bien al contrario. La experiencia de hoy nos da la certeza de que Dios no nos abandona. Desde esta convicción podemos entender el pasado y reconocer su Presencia allí donde pensábamos que no estaba. Apoyados en su fidelidad, afrontamos el futuro con confianza. No desaparecen las incertidumbres sobre qué ocurrirá, pero nos acompaña la seguridad de que no lo viviremos solos. El pasado es un recuerdo en nuestra memoria. El futuro, un sueño de nuestra imaginación. El presente es una realidad que trasluce un Dios que es real y que se manifies...

La misión del Espíritu Santo

 “La misión del Espíritu Santo no consiste tanto en hacer cosas maravillosas cuanto en hacer que nos maravillemos ante lo que Dios hace. Nos ayuda a tomar conciencia del paso de Dios por nuestra vida. Nos orienta hacia la luz, aunque esta no sea más que un simple destello. Entonces, como los limpios de corazón, vemos lo que realmente sucede: Dios está, de una manera o de otra, presente en todas las situaciones, bien sea un paraíso, bien sea la cruz. Y al descubrir esta presencia, al ver a Dios en todas partes, nos transformamos por dentro. Bajo la acción del Espíritu Santo, en vez de eclipsar la luz, nos convertimos en su reflejo: «Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez más gloriosos; así es como actúa el Señor, que es Espíritu» (2 Co 3,18).” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté...

Nuestra mirada ha huido de la Luz

 “Gozamos de muchos paraísos que no siempre sabemos apreciar adecuadamente. No somos agradecidos, ni la alabanza fluye con naturalidad. No los acogemos como un don. Entonces nuestra mirada se tiñe de negatividad y, como los fariseos, solo vemos errores, pecados y equivocaciones. El problema no es qué hace Dios, sino si somos conscientes de ello. Nos cuesta creer que Dios sea bueno, porque nosotros no lo somos. Este negativismo eclipsa la luz y nos sumerge en la oscuridad. Parece que la luz no brilla lo suficiente, cuando en realidad nuestra mirada ha huido de ella.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Centrarnos en la luz que percibimos

 “Uno de los grandes retos de la vida espiritual es el de centrarnos en la luz que percibimos y acallar las voces interiores que pretenden hacernos dudar de este privilegio.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Aferrarnos a Él y dejarnos conducir por Él

 “Pretendemos com-prender a Dios, y Él no nos deja de sor-prender. Nos empeñamos en atrapar el Misterio para manejarlo a nuestro antojo, en vez de aferrarnos a Él y dejarnos conducir por Él.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El deseo de manipular lo que Dios nos regala

 “Sin experimentar previamente nuestra pobreza, el milagro se convierte en una excentricidad, un entretenimiento, un espectáculo que nos rescata momentáneamente del tedio existencial. Es la seducción de lo llamativo, tal como se nos advierte en el relato de las tentaciones de Jesús en el desierto. En nuestro interior pervive el deseo de manipular lo que Dios nos regala en nuestro beneficio, tal como hicieron Adán y Eva con los frutos del Paraíso. Y si no conseguimos dominar la gracia, la rechazamos, la negamos, porque nos desconcierta lo que no sucede según nuestra conveniencia. Exigimos o negamos los milagros, porque nos sentimos con derecho a decidir cómo deben suceder las cosas. Queremos ocupar el puesto de Dios y manejar las riendas de la historia. Saber que somos pobres es un antídoto contra la prepotencia que bloquea el fluir de una vida nueva. La conversión implica docilidad a la Palabra.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBoo...

La grandeza de Dios excede el entendimiento

 “Los milagros nos escandalizan. O los negamos o nos enojamos porque no suceden cuando y como nosotros queremos. Tanto en un caso como en el otro, profanamos lo sagrado. Los milagros representan lo inesperado, lo inexplicable, lo imprevisible, lo que escapa a nuestro control. Son un signo que nos revela cómo la grandeza de Dios excede el entendimiento humano.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La vida de la fe suele oscilar

 “Aunque Betania sea la casa del pobre, también es un lugar de poder. La pobreza humana es el contrapunto de la grandeza de Dios. En Betania se muestran las dos caras de una misma moneda: es el escenario donde se produce la resurrección de Lázaro. ¿Qué mayor pobreza que la muerte? ¿Qué mayor poder que resucitar un muerto? La vida de la fe suele oscilar entre un triunfalismo ingenuo y un pesimismo estéril. Son dos tentaciones que nos alejan de Dios. El Evangelio evita ambos extremos. Ni elude la debilidad humana ni se regodea en la ostentación o en la prepotencia.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El precio del regalo es secundario

 “Los milagros forman parte de la vida de la gracia, pero no son ni un espectáculo ni una panacea. ¡Ya nos gustaría que todos nuestros problemas se arreglaran a base de milagros...! Hay que entenderlos dentro de la pedagogía de Dios. Seguramente, el valor de lo inexplicable radica en su capacidad para expresar algo muy profundo que desborda nuestros tímidos planteamientos. Cuando amamos a alguien, no es importante si le regalamos un ramo de flores o una joya muy cara. Lo fundamental es la relación; el precio del regalo es secundario.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

En ocasiones la vida nos zarandea

 “En ocasiones la vida nos zarandea, y se desmoronan los muros que nos daban seguridad. Entonces podemos escondernos aún más en nuestras ruinas, heridos en nuestra soberbia, que se escandaliza de vernos pobres. Pero es precisamente en ese momento cuando nuestro interior está preparado para escuchar la Palabra que tal vez no fructifique de inmediato. Tarde o temprano, traerá su fruto (Is 55,10), aunque no sea de la manera esperada. La debilidad humana es la puerta de la gracia. El pecado de Adán reclama la Redención. La ignorancia humana atrae la Revelación. Ningún momento de mayor debilidad de Jesús que la cruz; ningún momento de mayor fecundidad. «Cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte» (2 Co 12,10).” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El desafío de la llamada de Jesús

 “A veces estamos tan llenos de preguntas, de respuestas, de proyectos, de prejuicios o de buenas intenciones que, al escuchar las palabras de Jesús, estas apenas encuentran espacio disponible en nuestro interior. Betania es la casa del que reconoce ser pobre, del que se siente desposeído de sus seguridades, para poder escuchar una Palabra que interpela y desconcierta. Nuestra actitud natural es escudarnos en nuestras convicciones y esquivar el desafío de la llamada de Jesús. Ahí donde somos fuertes, experimentamos la ilusión de no necesitar a Dios. Cuando Adán y Eva gozaban del Paraíso, creyeron poder prescindir del Creador. Nos resistimos a reconocer nuestra pobreza, porque pone en evidencia que dependemos totalmente de Dios. Y una rebelión innata nos previene ante este hecho. Los Evangelios presentan a los fariseos como las víctimas de un engaño. No reconocen en Jesús al Hijo de Dios venido para salvar al mundo, porque ellos creen que no necesitan ser salvados. Se sienten fuerte...

Betania es el templo de la Palabra

 “Betania es el templo de la Palabra, donde esta es esperada, acogida, venerada, apreciada, respetada, atesorada y compartida gratuitamente por el mero hecho de ser la Palabra.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Escuchar a Jesús significa dejarse transformar

 “A veces escuchamos el mensaje de Jesús con la actitud de quien estudia una lección. Oramos, leemos las Escrituras, asistimos a predicaciones, conversamos sobre temas espirituales como si estuviéramos en una clase de filosofía. Escuchar a Jesús significa dejarse transformar por una amistad que se expresa a través del diálogo. Es más importante la relación entre los interlocutores que el contenido de la conversación.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El cristianismo no pierde valor

 “¿Pierde valor, precio o aprecio? El cristianismo no pierde valor. Defiende al ser humano, la vida, la amistad, el afecto, la familia, la comunidad, la persona, el servicio, la solidaridad, el respeto, la sobriedad, el perdón, el arrepentimiento, el compromiso, el diálogo, la libertad... Eso nunca pierde su valor, diga lo que diga el mercado, haya demanda o no. Son valores firmes, sólidos, que no cotizan en bolsa, pero sobre los que podemos edificar una vida estable, rica y gratificante.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El amor universal, sin fronteras

 “De ahí la irónica invitación de Jesús, dirigida a los que se creían libres de pecado, a arrojar la primera piedra contra una mujer señalada públicamente como pecadora (Jn 8,7). Entonces ¿cómo actuar correctamente para vencer el Mal? Jesús nos muestra el camino: imitar al Padre celestial, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). El amor universal, sin fronteras, que se alza por encima de cualquier barrera, es el mejor antídoto contra el Mal que anida en lo profundo del corazón humano, porque desarticula los mecanismos del egoísmo en uno mismo y en los demás. He ahí la clave del cristianismo.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El auténtico enemigo

 “Podemos engañarnos pensando que lo bueno y lo malo se pueden segregar con fronteras culturales, y resguardarnos detrás de nuestras construcciones mentales. En cambio, Jesús nos enseña a ser valientes y enfrentarnos al auténtico enemigo, del que nadie se libra; el que no necesita burlar nuestras defensas, puesto que habita en nuestro interior.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Reconocer los frutos del Bien y desenmascarar el Mal

 “La hora de la verdad, el juicio, corresponde a otro momento (Mt 25,31ss). Mientras tanto, enseña a reconocer los frutos del Bien y a desenmascarar el Mal.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Disculpamos los errores de los propios

 “Asentados en nuestros prejuicios, disculpamos los errores de los propios y demonizamos las acciones de los demás. Asociamos nuestros límites culturales a los dominios del bien y relegamos al exterior el origen del mal. Esta es la mentalidad que imperaba entre los judíos coetáneos de Jesús; pero también entre sus discípulos. Tampoco es ajena a nuestra época, y la aplicamos a nuestra familia, comunidad, profesión, grupo social o afinidad ideológica.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Las fronteras nos hacen sentir seguros

 “Las fronteras nos hacen sentir seguros dentro de un mundo homogéneo donde es fácil identificar al enemigo. El extranjero, el diferente, es visto con sospecha. Se le presupone culpable. El hecho de guiarse por códigos diferentes a los nuestros es la prueba de su error. Absolutizamos de tal manera nuestros puntos de vista que los convertimos en el referente obligado para el resto de la humanidad.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Somos una tribu nómada

 “Los seres humanos vivimos en una sutil contradicción: somos una tribu nómada. Sentimos el impulso de explorar rutas nuevas y, a la vez, nos refugiamos en el hermetismo de nuestro grupo. Nos atrae lo extraño, pero nos sentimos protegidos en el terreno de lo conocido.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Lo que es de piedra es el sepulcro

 “La vid transforma el agua que riega los campos en vino que llena las copas. Jesús es la vid (Jn 15,1) de la que procede el vino nuevo. No es casual que la mayor alegría esté reservada para el final de la fiesta. No es lo más común que el agua se guarde en tinajas de piedra. Las tinajas son de barro. Lo que es de piedra es el sepulcro, donde se obra una transformación aún mayor que la de convertir el agua en vino.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

La lógica del proyecto de Dios

 “Jesús es el Logos que nos revela la lógica del proyecto de Dios, un plan que sobrepasa nuestra inteligencia y nuestro conocimiento. Nos puede dejar asombrados, como a los doctores de la Ley que escucharon a Jesús. O nos puede afectar profundamente, como a María, que, sin entender lo que estaba sucediendo, confió y guardó esos recuerdos en su corazón (Lc 2,51) esperando el día de poder comprender su auténtico significado.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El bien y el mal se contagian

“Para la mentalidad bíblica, lo puro y lo impuro –es decir, el bien y el mal– se contagian. Se trata de un principio fundamental acorde con el sentido común. Sabemos que en la configuración de nuestro comportamiento intervienen muchas circunstancias. Mientras que algunas dependen directamente de nosotros, otras escapan a nuestro margen de maniobra. Aunque no siempre está en nuestra mano decidir ser buenos o malos, podemos escoger acercarnos a personas que nos hacen mejores, acudir a lugares donde se respira el bien, participar en ambientes donde se generan buenos sentimientos. La sabiduría popular ya nos indica: «dime con quién andas, y te diré quién eres».” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Una distracción que les impedía profundizar

“Con frecuencia caemos en el error de pensar que no entendemos algo porque es demasiado complicado, cuando lo que nos sucede, en realidad, es que no hemos profundizado lo suficiente. Los protagonistas de los primeros capítulos del Génesis, en los que nos sentimos reflejados, no fueron lo suficientemente astutos para darse cuenta de que el ardid tendido por la serpiente era una distracción que les impedía profundizar. Les ofrecía otro itinerario para que abandonaran su camino. La auténtica astucia consiste en saber reconocer la unidad en medio de lo múltiple y lo disperso, en ser capaz de convertir lo complejo en sencillo y en hacer simple lo complicado.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Nos endiosamos sintiéndonos dioses

 “Nos endiosamos sintiéndonos dioses, tal como pretendía Adán y, supuestamente, Salomón. Asumimos el rol de protagonistas de la historia. Tomamos las riendas del devenir. Suplantamos a Dios, lo expulsamos del centro de nuestras vidas, para colocarnos en su lugar. Le arrebatamos su gloria. Dios se convierte en una pieza más del mundo que debe actuar en función de nuestro capricho.” Pasaje de: Otón, Josep. “La mística de la Palabra.” Grupo de Comunicación Loyola. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El mal se vence con actitudes de bien y de amor

Nuestra predicación debe ser mucho mas inteligente y sutil, el mal se vence con actitudes de bien y de amor, no señalando a los demás por su maldad y sus comportamientos contrarios al Reino. Pero nunca debemos ceder a las pretensiones del mal, incluso si eso nos cuesta la vida. Gastarnos por el bien de los otros es un lema que trae, en ocasiones, consecuencias graves para la vida misma. Nuestra coherencia con el Evangelio debe ser la luz en medio de las tinieblas, dejándonos llevar por la capacidad que tiene Dios de comprar el corazón del hombre, para conducirlo a un cambio radical. Debemos copar de El todos los aspectos de la vida; así debe ser nuestra predicación de su Palabra. Una puerta a la Palabra, oracional, julio 14, 2017, Padre Linero.

Cómo *** hacer un exámen de consciencia

Examen de conciencia - Permite que tu mente recorra las últimas 24 horas, evitando enjuiciarte, ya sea con aprobaciones o desaprobaciones: - - - momentos por los cuales estás agradecido - agradece y alaba a Dios por ellos - - - el próximo paso es recordar nuestros estados de ánimo y sentimientos, buscando las causas de ellos; evitando juzgarse por ellos. Permanece en Cristo mientras contemplas estas situaciones, y ruégale que te muestre las actitudes que las causan. Lo importante es evitar el análisis de nuestra experiencia, sino contemplarla en la Presencia de Cristo, y permitirle que Él nos muestre cuándo le hemos permitido estar en nosotros, y cuándo lo hemos impedido. Agradécele por las veces que has dejado que su Gloria te acompañe, y pide su perdón por las veces que la has rechazado. Él nunca rechaza su perdón. Conoce nuestras debilidades mucho mejor que nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es mostrárselas, y Él las transformará en fortalezas. Permite que tu m...

Espiritualidad *** de la inhabitación de las Personas divinas en el hombre

Toda la vida cristiana ha de vivirse y explicarse como una íntima amistad del hombre con las Personas divinas que habitan en él. La oración, la caridad al prójimo, el trabajo, la vida litúrgica, todos los aspectos y variedades de la gracia creada, han de vivirse y explicarse partiendo de la gracia increada, esto es, de la presencia de Dios en el hombre, presencia constante, activa, benéfica, por la que la misma Trinidad santísima se constituye en el hombre como principio ontológico y dinámico de una vida nueva, divina, sobrenatural, eterna. ((Pensamos que acerca de la inhabitación el error principal es éste: que muchos ignoran, menosprecian u olvidan la presencia de Dios en el justo. Este olvido unas veces afecta a la doctrina espiritual: una espiritualidad que deje en segundo plano el misterio de la inhabitación de la Trinidad en el hombre es una espiritualidad falsa, o al menos es excéntrica, pues no está centrada en lo que realmente es central en el evangelio. Y siempr...

A cada *** instante tienes una ocasión de ofrecer sacrificios a Dios

Crees que no tienes nada que sacrificar a Dios, pero él ve que rechazas muchas oportunidades. Por ejemplo, trata de ser alegre y jovial con alguien que te toma el pelo y que trata de hacerte enojar; calla ante acusaciones falsas e injustas; demuestra afecto a un amigo que te traiciona; no repliques con ira. A cada instante se te ofrece una ocasión de sacrificio.  ¡Espera en Dios!, Breves reflexiones del Cardenal Van Thuan, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2009, p. 14.

B-¿Quién *** me librará de este cuerpo? (Rm 7, 14-25)

14 Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al poder del pecado. 15 Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. 16 Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley en que es buena; 17 en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. 18 Pues bien sé yo que nada bueno habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer el bien lo tengo a mi alcance, mas no el realizarlo, 19 puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. 20 Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien lo obra, sino el pecado que habita en mí. 21 Descubro, pues, esta ley: aun queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presenta. 22 Pues me complazco en la ley de Dios según el hombre interior, 23 pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Pobre de mí! ¿Quién me librar...

La participación del cristiano en la vida de Dios

Encuentros con la Palabra Domingo Ordinario XXXII – Ciclo C (Lucas 20, 27-38) 10 de noviembre de 2013 “¡Y él no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos están vivos!”   Hermann Rodríguez Osorio, S.J.*   Hace algunos días me preguntaron, sin muchos preámbulos, cuáles podrían ser las dimensiones fundamentales de una espiritualidad que pudiera responder al mundo de hoy. Una pregunta aparentemente sencilla pero, al mismo tiempo, llena de profundidad. Respondí, rápidamente y sin pensar mucho: «Una espiritualidad que quiera responder a nuestra realidad tiene que tener los ojos bien abiertos ante la vida, para contemplar a Dios creador en medio de nuestra historia, debe recurrir siempre a la luz que ofrece la Palabra de Dios para discernir sus caminos y nos debe lanzar a la construcción de la comunidad cristiana en todos sus niveles».   Las tres dimensiones que aparecieron en esta primera respuesta espontánea, están muy conectadas entre sí y constituyen una unidad d...

La practica de la virtud de la humildad y del Primer Mandamiento

Un método muy eficaz y poco enseñado para combatir el amor propio consiste en admirar las cualidades que hacen a los demás superiores a nosotros, buscando en ellas los reflejos de las perfecciones divinas. Siendo todo hombre superior a los otros bajo cierto ángulo único y personalísimo, la admiración de dichos aspectos es uno de los medios más eficaces y mejores para combatir el amor desordenado a sí mismo y a la vanagloria. Quien actúe así, practicará de manera excelente la virtud de la humildad y también el Primer Mandamiento, dado que el amor a todas las superioridades está en la médula de la práctica de la humildad. Por eso, quien quiera ser manso de corazón, que admire las cualidades de los otros; quien quiera ser desprendido, que admire la generosidad de los otros; quien quiera ser santo, que admire la virtud de los otros. En fin, admiremos todo cuanto sea admirable y obtendremos la recompensa de la paz de alma en esta tierra, y la eterna bienaventuranza en el ci...

Mente y corazón en nuestra relación con Dios

Pisamos tierra santa  Cuando Moisés habló con Dios  que lo llamaba, mientras cuidaba los rebaños de Jetró en el monte Horeb, vio una zarza que ardía y no se consumía. Quiso mirar de cerca esta cosa asombrosa, saber por qué la zarza no se consumía y oyó de pronto la voz de Dios que lo llamaba de en medio de la zarza: "No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado." (*) Nos hemos atrevido a hacer una meditación sobre el "Dios viviente ", en expresión de la Biblia, y nos dimos cuenta de la voz que nos decía: "Quítate las sandalias". Necesitamos descalzarnos y poner a un lado los zapatos con que caminamos con pasos firmes, es decir, hacer a un lado los conceptos, muy útiles en otras ocasiones, pero que en esta oportunidad se niegan a ofrecernos sus servicios. Con ellos llegamos a ciertos límites, pero de allí en adelante debemos quitarlos de los pies. Nos damos cuenta de que es allí donde comienza lo esencial. Es...

Fuente de esperanza

 “Juan Pablo II, en la dedicación del santuario de la Divina Misericordia en Cracovia, durante su último viaje a su patria, pudiera afirmar que  «No existe para el hombre ninguna otra fuente de esperanza fuera de la misericordia de Dios»”. Pasaje de: Papa Benedicto XVI. “¡Abrid las puertas a Cristo! Meditaciones sobre Juan Pablo II.” Ediciones Mensajero, 2012-12-03. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Apostol de la Divina Misericordia

 “Otro aspecto de su venerado predecesor que el papa Benedicto tiende a subrayar con frecuencia es el haber sido el apóstol de la divina misericordia. Quería que «el mensaje del amor misericordioso de Dios llegara a todos los hombres y exhortaba a los fieles a ser sus testigos» (Homilía, 2.4.08). Juan Pablo II, que había conocido y vivido directamente las enormes tragedias del siglo xx, se había preguntado durante mucho tiempo con qué se podía poner freno a la propagación del mal. «La respuesta –explica el papa Benedicto– no podía encontrarse más que en el amor de Dios. En efecto, solo la Divina Misericordia puede poner un límite al mal; solo el amor omnipotente de Dios puede derrotar la prepotencia de los malvados y el poder destructor del egoísmo y del odio» (Homilía, 2.4.08).” Pasaje de: Papa Benedicto XVI. “¡Abrid las puertas a Cristo! Meditaciones sobre Juan Pablo II.” Ediciones Mensajero, 2012-12-03. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Experimentar la fuerza de Dios en nuestra flaqueza

 “Louf cita frecuentemente las palabras de san Pablo: «Te basta mi gracia. Porque mi fuerza se manifiesta principalmente en la debilidad» (2 Cor 12, 9). Lo paradójico en la vida espiritual consiste en la posibilidad de experimentar la fuerza de Dios en nuestra flaqueza. En nuestra ascética tenemos a veces el sentimiento y autoconvicción de poder seguir solos adelante en la conquista de las virtudes. Llega el fracaso y entonces nos damos cuenta de la inutilidad de nuestros esfuerzos y de la absoluta necesidad de la gracia de Dios. La gracia se instala en nuestra flaqueza y se trasforma allí en fuerza del Espíritu. El Espíritu sólo puede trasformarnos cuando le dejamos abrir brechas y penetrar por ellas. Antes tiene que derribar murallas, fortalezas y castillos. La gracia no es una especie de cobertor que se extiende y lo tapa todo. La gracia llega más al fondo que nuestro propio subconsciente, es lo más profundo en nuestro castillo interior y necesita desarrollarse a través de la ps...

El peligro de instrumentalizar a Dios

“No es casualidad ni pura coincidencia el hecho de que todos los maestros de la vida espiritual en oriente y en occidente inculquen igualmente la virtud de la humildad. El reconocimiento de nuestra condición de humanos no es sólo una condición previa para la perfecta hominización sino también un presupuesto indispensable para entrar en la experiencia de Dios. Sin humildad existe siempre el peligro de pretender instrumentalizar a Dios. Por eso insisten tanto los místicos en pedir humildad. Sin humildad tendería el místico a identificarse precipitadamente con Dios y ya no habría distancia entre nuestro yo y Dios en nosotros. La tensión entre nuestra condición humana, nuestra terrenalidad, por un lado y el don de la gracia divina por otro, que nos impregna y hace hijos de Dios, es un componente esencial de la vida espiritual. Sólo se puede recibir el don de la gracia cuando se es plenamente consciente de la realidad de ser humanos. Por eso no resulta exagerado ni extraño que hombres muy a...

El hombre de la mano seca

“Esta mentalidad produce, también aquí, hombres acomodaticios y sin iniciativas. Richard Rohr ve representado este tipo de personas en el hombre de la mano seca del evangelio (Mc 3, 1-6). Este hombre retiró su mano por miedo a quemarse los dedos. Y se le secó. Ahora ya no es capaz de nada, no es capaz de emprender nada nuevo. Jesús ordena al hombre: ¡Extiende tu mano! ¡Toma tu vida en la mano y arriésgate!” Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibre, 1994-01-01. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El-espiritu-ora-en-nosotros dom-andre-louf

  Siempre se trata de la misma técnica: liberar nuestro corazón de su ganga, escuchar allí donde ya ora, entregarnos a esa oración hasta que la voz del Espíritu en nosotros llegue a ser nuestra propia oración. Pero es necesario que os volváis sobre vuestro corazón, y dominéis vuestro cuerpo. Por tanto, no desesperéis hasta encontrar allí los tesoros que valen la pena. Cuando nada oscurece ya nuestro corazón, puede abrirse totalmente a la luz, porque Dios es amor y Dios es luz. Hesiquio de Batos: “Quien vela cuidadosamente sobre su corazón, por naturaleza, irradia luz. Como un ascua arde, como el fuego enciende el cirio, así Dios hace arder nuestro corazón con vistas a la contemplación, él, que desde el bautismo habita en nuestro corazón. Las técnicas de oración no tiene otra finalidad que hacernos conscientes de lo que ya hemos recibido, enseñarnos a sentir, a discernir, en la plena y tranquila certeza del Espíritu, la oración que en nuestras profundidades echó raíces y no cesa de ...

El significado de la gracia

 “A pesar de todos los fracasos, los monjes hablan y llaman a la práctica de la ascética. Porque sin el esfuerzo de la ascética o entrenamiento espiritual, la gracia vendría a ser entendida como «un tapahuecos muy cómodo», como la define Bonhoeffer. Cuando llego a la convicción de que, a pesar de mis esfuerzos, no logro mejorar en la vida espiritual, estoy en disposición de comprender mejor el significado de la gracia y lo que el cura rural escribía en su diario en la novela de Bernanos: «Todo es gracia». Louf explica con un ejemplo qué entiende él por ascética de la debilidad: Imagínate el caso de un joven monje que viene al abad y le pregunta: ¿Puedo levantarme mañana una hora antes? Puedo hacerlo muy bien, créame. Bien, responde el abad, si puedes hacerlo entonces no es necesario, carece de sentido. Porque si es así, te encuentras ya en el lado de los justos. Muy distinto sería el caso si el joven monje dijera: Éste es mi punto débil y yo siento que Dios me pide eso para hacerme...

Espiritualidad de la flaqueza

 “Louf habla de una espiritualidad de la flaqueza. Toda práctica de ascética auténtica debe proponerse como objetivo llevar al monje hasta el punto cero donde se desintegran sus fuerzas y se ve confrontado con su debilidad pura y dura. Su corazón quedará quebrantado, deshecho, y lo mismo que con el corazón le sucederá con todos sus proyectos humanos de perfección. En ese corazón contrito y quebrantado por la experiencia de su radical impotencia puede penetrar la fuerza de Dios y empezar su obra de nuevo. La ascética parecerá un prodigio, un nuevo prodigio permanente en un corazón contrito confrontado con su propia impotencia y al mismo tiempo con la omnipotencia de Dios[26]. Louf cita una opinión del abba Moisés: Los ayunos y vigilias tienen como finalidad llevar al monje a desconfiar de sí para introducirle en la práctica de la humildad. Una vez logrado ese objetivo ya está en disposición de intentar llegar al corazón de Dios quien intervendrá obrando sus prodigios. La ascética no...

La meta de todo camino espiritual

 “La meta de todo camino espiritual es llegar a ponerse en manos de Dios.” Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibre, 1994-01-01. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

El sancta sanctorum

 “Por muy golpeados que estemos por la vida existe en el interior de cada uno un espacio sano, el sancta sanctorum o santuario sagrado al que sólo tiene acceso Dios. Allí, en medio de nuestro ser desgarrado, podemos sentir la presencia de un Dios que sana.” Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibre, 1994-01-01. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Falsas representaciones humanas de Dios

 “Los caminos de Dios no son nuestros caminos. La enfermedad es un encuentro con Dios que nos excede y desborda. Hay que romper todas las falsas representaciones humanas de Dios y de nosotros para aceptar y entregarnos al verdadero Dios, el que trastorna todos nuestros planes y representaciones para introducirnos totalmente en su verdad.” Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibre, 1994-01-01. iBooks.  Es posible que este material esté protegido por copyright.

Intente usted inclinarse un poco

 “Sólo me es posible vivir en comunidad con los demás humanos cuando estoy dispuesto a asociarme a ellos aceptándome como soy, con mis debilidades y limitaciones. Mientras persista en el intento de encubrir mis puntos débiles, mis sombras, lo negativo, jamás podré establecer con los otros más que contactos superficiales. El corazón quedará intacto. Por eso piensa Jung que la humildad es una condición previa e indispensable para las relaciones comunitarias humanas. A uno que le solícita una entrevista inaplazable escribe: Si usted se siente aislado se debe a que usted mismo se aísla. Tenga un poco de humildad y sencillez y verá cómo nunca tendrá que lamentar su soledad. No hay cosa que más nos aísle y distancie de los demás que presentarnos ante ellos con ostentación de poder y prestigio. Intente usted inclinarse un poco, aprender un poco de sencillez y nunca estará solo. (Jung, Cartas III, 93).” Pasaje de: Anselm Grün & Meinrad Dufner. “Una espiritualidad desde abajo.” ePubLibr...